domingo, 27 de abril de 2008

Cronica del humo


La ciudad bajo el humo….


Martes 15 de abril, 7:30 de la mañana, como todos los días salí a despedir a mi hija, que se dirigía a la escuela, cuando notamos sorprendidas que el patio estaba cubierto de un nubarrón gris, primero atinamos a decir que era solo neblina matinal. En la vereda alguien nos advirtió del accidente que se había producido sobre la avenida y por ese motivo las líneas de colectivos, como así también los automovilistas estaban pasando por nuestra calle, lo que también comentó era que todo fue causa del humo. Ahí concluyó el informe y cada uno siguió con lo que debía hacer, yo hacia el trabajo, mi hija al colegio y ésta persona a su camino. Más tarde todos los medios se hicieron eco del fenómeno, a primera vista no era claro el motivo de tales sucesos, pero con el paso de las horas se dió a conocer que lo sucedido fue a causa de la quema de pastizales que tenía lugar en la provincia de Entre Ríos, los productores rurales empezaron con los incendios para lograr que las tierras sean aptas para el ganado vacuno, pero lo que aumento el ingreso de humo a la ciudad fueron los vientos provenientes del Norte.
Muchos eran los comentarios y quejas de las personas que transitaban por la ciudad, -no quedan rincones donde se pueda respirar con normalidad- decían algunos. El humo y el olor a quemado han invadido las calles y las casas, - se escuchaba. A lo largo del día se cerraron carreteras, la Terminal de ómnibus de Retiro, el aeroparque y el puerto, para prevenir accidentes fatales como los que ante la falta de visibilidad estaban sucediendo. La radio, la televisión y los medios gráficos bombardeaban con noticias, reportajes a especialistas y a la gente que lo estaba sufriendo, así como dando continuamente alertas de emergencia vial, para aquellos que debían viajar en algún medio de locomoción.
El Ministerio de Salud informó que cerca de 300 personas fueron atendidas en los hospitales públicos por irritación ocular y por casos de alergia. La población comenzó a sentir los síntomas y a dirigirse en masa a los centros de salud más próximos generando el caos, los médicos no daban abasto y las quejas se multiplicaban.
Buenos Aires una de la ciudades más concurrida y elegida por los turistas estaba entre tinieblas, con sujetos desorientados, lamentos, corridas, gritos y hasta con cara de susto ante la incertidumbre de saber quién se encontraba al lado. Una situación desconocida genera una serie de reacciones que no se pueden manejar y esta fué una de ellas.
Ahora que esto es pasado, hoy solo queda el recuerdo de los días grises y miles de anécdotas de lo que paso en las calles, se lamentan las muertes de algunas personas a causa de los accidentes sufridos, se recuperan otros por afecciones respiratorias y todo sigue su curso saliendo cada mañana al trabajo o a la escuela, sabiendo que esto puede volver a pasar. Pero ¿ nos sorprenderá esta vez?.