Estos cuentos me resultaron un poco raros, para el tipo de lecturas al que venía acostumbrada, son relatos un tanto particulares en cuanto a su dinámica literaria, tienen fragmentos como descolgados, como si fuesen hechos de una determinada manera para un tipo de lector especial. Por momentos me perdía en la lectura, no me resultaron atractivas y en ocasiones me aburrieron. Se que a todos no puede gustarnos todo, pero en este caso no fueron de mi agrado a diferencia de lo que me pasó con los cuentos de Salinger.
¿Por qué no bailas?
Una venta de jardín es lo que se deja entrever con las descripciones o el recorrido que se hace al comienzo “…los muebles del dormitorio, situados en la parte delantera del jardín… todo mostraba un aspecto muy semejante al que había tenido el dormitorio”[1] Una parejita pasaba por allí, entraron y comenzaron a utilizar aquellos objetos, en un momento el dueño se acercó a ellos y les ofreció whisky, tomaron y al final terminaron bailando…
“La chica alargó el vaso y el hombre le sirvió whisky.
-gracias-dijo la chica-Muy amable.
Se te sube a la cabeza advirtió el chico-Se me está subiendo a la cabeza
….El hombre acabó su whisky y se sirvió otro. Luego encontró la caja de los discos”[2]
El final deja como una encrucijada, con esto de que la gente mira, como si en la casa hubiesen pasado cosas y el vecindario esperara que pasara algo más.
Termina con la chica hablando “Se lo contó a todo el mundo. Tenía muchos más
detalles que contar, e intentaba que se hablara de ello largo y tendido. Al cabo de un rato dejó de intentarlo” [3]
¿De qué hablamos cuando hablamos de amor?
Una noche donde dos parejas amigas hablan de lo que es para ellos el amor, por un lado están Terry y Mel y por el otro Laura y Nick (el narrador). Terry cuenta del novio que tuvo antes de Mel, “Me arrastró por toda la sala tirando de mis tobillos. Y me decía una y otra vez: Te quiero, te quiero zorra”,[4] que por amor casi la mata y a partir de allí se genera el debate del significado del amor. La conversación se dió en la cocina donde todos estaba bebiendo ginebra. Entre copa y copa la charla por momentos se ponía tensa. Mel insistió- “No interesa ese tipo de amor- declaró-. Si para ti eso es amor, allá tú”[5]. Nick cuenta lo que siente por su mujer, demostrándolo con gestos y mimos delante de sus amigos. Hicieron bromas y siguieron bebiendo “Mel abrió la botella y nos sirvió ginebra – Vamos, muchachos -intervino- Brindemos, quiero proponer un brindis.”[6]
El propósito del encuentro era tomar algo y después ir a cenar, la noche se extiende y se mezclan las historias, el alcohol, el cansancio. Se van quedando a oscuras y sin hacer ningún movimiento con una pregunta que queda flotando ¿De qué hablamos cuando hablamos de amor? El final “Oía los latidos de mí corazón. El latido de los demás. Oía el ruido humano que hacíamos allí sentados, sin movernos, ninguno lo más mínimo, ni siquiera cuando la cocina quedó a oscuras”[7]
Una cosa más
Una familia, el esposo, la mujer y su hija. Entre ellos una historia del pasado que sale a la luz y genera una fuerte discusión “Me has hecho más que suficiente para que te recuerde- dijo Maxine”[8]. Una noche cuando la mujer llega del trabajo encuentra a su marido borracho y maltratando a la hija de ambos, esto genera una discusión, en la que ella hecha de la casa a su marido. “L.D estoy harta. Y Rae también lo está. Y cualquiera que te conozca. He estado dándole vueltas. Quiero que te vayas de casa. Esta noche. En este instante. Ahora. Márchate de casa ahora mismo.”[9] Durante todo el relato parecieran que las cosas que no se dicen son aquellas que forman el pasado de esa familia y las reacciones violentas de la hija y la madre hacen quedar al hombre como el culpable de todo. Cuando el recoge todas sus pertenencias y se dispone a alejarse, se detiene “– Solo quiero decir una cosa más- empezó. Pero le resultó imposible imaginar cuál podía ser aquella cosa” [10]
En los tres cuentos de Carver el tema a tratar son las relaciones humanas, se mezclan las historias de pareja, familiares y en todas casualmente esta presente el alcohol, la noche y el misterio que las envueleve, tras frases incompletas o dichos no muy claros. Se dan a entender situaciones que no se aclaran en ningún momento, parecería que los finales quedan abiertos, a la interpretación del lector.
[1] CARVER, Raymond, “¿Por qué no bailas?, en De qué hablamos cuando hablamos de amor. Anagrama. Barcelona, 1996, Pág. 9
[2] Op .Cit. Pág. 13
[3] Op. Cit. Pág. 15
[4] CARVER, Raymond, “De qué hablamos cuando hablamos de amor”, Anagrama, Barcelona1996. Pág. 137
[5] Op. Cit. Pág.142
[6] Op. Cit. Pág 143
[7] Op. Cit. Pág 152
[8] CARVER, Raymond, “Una cosa más”, Anagrama, Barcelona, 1996, pág. 155
[9] Op. Cit. Pág. 154
[10] Op. Cit. Pág 157