La narración es un relato de experiencias donde se incluye el conocimiento del autor sobre un tema específico. Donde la libertad se da en cada párrafo, pues los sucesos irreales o maravillosos pueden aparecer en cualquier momento. Las narraciones no tienen una estructura definida, poseen descripciones, relatos, melodías. En ocasiones el narrador forma parte de la historia y en otras esta fuera de ellas. “Los actores, las acciones, los objetivos, los instrumentos, el medio en el cual se mueven, son componentes básicos de la estructura narrativa”[1]
Las narraciones pueden ser orales o escritas, las primeras generalmente son relatos que fueron transmitidos tradicionalmente, dados a través del tiempo, de boca en boca. La mayoría de los cuentos eran de hadas, brujas y hechiceros, la literatura infantil estaba plagada de hechos crueles y violentos. Con el tiempo esto fue modificándose y se crearon nuevas versiones de historias clásicas. “Umberto Eco postula la existencia de un pacto ficcional, que autor y lector de ficción suscriben, en virtud del cual el lector acepta que lo que se cuenta en el texto son hechos imaginarios, pero no son mentiras”[2] La narración es parte de las personas, a edad temprana los relatos surgen espontáneamente, son los niños los que empiezan recreando historias inventadas, fantásticas, desde su imaginación y más adelante llegando a la adolescencia son éstos los que escriben largos relatos de aventuras, romances y primeras historias de vida. Narran en forma oral o escrita la vida como cuento.
“Este proceso de construcción de la realidad es tan rápido y automático que muchas veces no nos percatamos de él y lo redescribimos con shock de reconocimiento o nos negamos a descubrirlo exclamando <>”[3]
“Narrar una historia ya no equivale a imitar a ser como aquellas es, sino a ver el mundo tal como se encarna en la historia”[4]
“El cuento moderno es de arte absolutamente personal. Es un género literario lo mismo que otro cualquiera. Cada cuento pertenece exclusivamente a su autor como pertenece la novela, el drama o el soneto que haya escrito”[5] Las historias de las narraciones cambian según las épocas, existen aquellas con tramas tradicionales, históricas, las fábulas, los mitos, cuentos reales o maravillosos. Están impregnados de sensaciones, de sentidos, metáforas y elementos que los vuelven atractivos. Dentro de estos se narra una historia central y otra que se advierte y parece escondida, como dejándose descubrir de a poco. “La historia secreta se construye con lo no dicho, con el sobre entendido y la alusión” [6] Las narraciones quedan, sobreviven a la tiempo, de adaptan, se transforman pero siguen vivas en chicos y grandes, se recuerdan, se cuentan, mientras haya vida los cuentos serán los que nos hagan viajar, cantar, soñar, reír o llorar, solo ellos tiene tanto poder como el de una canción que es una historia con música. “…. Provocar sorpresa y reflexión. Se asemeja a las semillas de grano que, encerradas en las milenarias cámaras impermeables al aire de las pirámides, conservaron su capacidad germinativa hasta nuestros días”[7] La narración es algo que seguirá persistiendo en cada uno durante toda la vida dejando huellas que solo percibe el que ha pasado por la experiencia de la lectura o la escucha de esta.
[1] ALVARADO, Maite y YEANNOTEGUY Alicia; en “ La escritura y sus formas discusivas” Cap 3 La narración; Eudeba; Buenos Aires, 1999, Pág.38
[2] Op.citp. Pág. 50
[3] BRUNER, Jerome, en “La fabrica de historias”, Los usos del relato, Fondo de cultura económica, México, Pág., 22
[4] Op.citp. Pág. 45
[5] REST, Jaime en “ El cuento tradicional y moderno” Editores de America latina, Buenos Aires, 1998, Pág. II
[6] PIGLIA, Ricardo, en “Formas breves”, Tesis sobre el cuento, Grupo editorial SRL, Buenos Aires, 1999, paga 96
[7] BENJAMIN, Walter, en “ El narrador” Editorial Taurus, Madrid, 1991, Pág. VII
jueves, 12 de junio de 2008
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