martes, 27 de enero de 2009

SERA ESTE MI AMOR?


¿Cómo sé que es amor verdadero?
PARA los soñadores románticos el amor es una sensación misteriosa que se apodera de uno, un éxtasis que solo se experimenta una vez en la vida. Creen que el amor es asunto del corazón únicamente, algo que no se puede comprender, sino solo experimentar. El amor vence todos los obstáculos, y es eterno...
Esas son las descripciones comunes del amor romántico. Y sin duda el enamorarse puede ser una experiencia singularmente hermosa. Pero ¿qué es, precisamente, el amor verdadero?
¿Amor a primera vista?
David conoció a Janet en una fiesta. Se prendó enseguida de su hermosa figura y del efecto del cabello al caerle sobre el ojo cuando reía. Janet quedó fascinada con los ojos castaño oscuro y con la amena conversación de David. ¡Parecía un caso de amor a primera vista!
Por las siguientes tres semanas David y Janet fueron inseparables. Entonces, cierta noche Janet recibió una llamada telefónica de un joven que había sido novio de ella, y quedó muy deprimida. Por eso, llamó a David en busca de consuelo. Pero David vio en aquello una amenaza y, confundido, respondió con frialdad. El amor que los dos creían que duraría para siempre murió aquella misma noche.
Las películas, los libros y los programas de televisión pudieran hacerte creer que el amor a primera vista dura para siempre. Hay que reconocer que por lo general el atractivo físico es lo que al principio crea un interés mutuo entre dos personas. Como dijo cierto joven: “No es fácil ‘ver’ la personalidad de nadie”. Pero ¿de qué se “enamora” uno cuando solo ha conocido a alguna persona por unas cuantas horas o unos días? ¿No es de la imagen que proyecta? En realidad, uno no sabe mucho de los pensamientos, las esperanzas, los temores, los planes, los hábitos, las aptitudes o habilidades de esa persona. Solo conoce el exterior, no a “la persona secreta del corazón”. (1 Pedro 3:4.) ¿Cuánto puede durar un amor como ese?
Las apariencias engañan
Además, las apariencias pueden engañar. La Biblia dice: “El encanto puede ser falso, y la belleza puede ser vana”. La hermosa envoltura de un regalo no le indica a uno lo que hay dentro. De hecho, la envoltura más elegante pudiera cubrir un regalo inútil. (Proverbios 31:30.)
Un proverbio dice: “Como nariguera de oro en el hocico de un cerdo, así es la mujer que es bella, pero que está apartándose de la sensatez”. (Proverbios 11:22.) Las narigueras eran adornos populares en los tiempos bíblicos. Eran obra exquisita, por lo general de oro macizo. Naturalmente, un adorno como ese sería la primera alhaja que uno notaría en una mujer.
Apropiadamente, el proverbio compara con una “nariguera de oro en el hocico de un cerdo” a la mujer de hermosa apariencia que carece de “sensatez”. La belleza sencillamente no cuadra con una mujer insensata; en su caso resulta un adorno inútil. A la larga, ¡no la hará más atractiva de lo que una bella nariguera hermosea a un cerdo! Entonces, ¡qué error sería ‘enamorarse’ de la apariencia de alguien y pasar por alto lo que la persona en verdad es interiormente!
“Nada hay tan engañoso”
Sin embargo, algunos piensan que el corazón es infalible cuando emite juicios sobre lo romántico. ‘Haz caso a tu corazón’, es lo que dicen. ‘¡Cuando sea amor verdadero, lo sabrás!’ Desgraciadamente, los hechos contradicen esa teoría. En una encuesta, 1.079 jóvenes (entre las edades de 18 y 24 años) informaron haber tenido hasta entonces un promedio de siete relaciones amorosas. La mayoría admitió que sus experiencias románticas anteriores habían sido simple encaprichamiento, apasionamiento, una emoción pasajera. ¡Pero esos mismos jóvenes “invariablemente dijeron que su experiencia del momento era amor”! Con todo, algún día en el futuro la mayoría considerará sus relaciones actuales como consideró las del pasado: un simple encaprichamiento.
Lo trágico es que cada año miles de parejas se casan con la ilusión de que están ‘enamorados’, solo para descubrir, poco después, que han cometido un error. El encaprichamiento “engaña a hombres y mujeres y los lleva a formar matrimonios desdichados; parecen ovejas que van al degüello”, dice Ray Short en su libro Sex, Love, or Infatuation (Atracción sexual, amor o capricho).
“El que confía en su propio corazón es estúpido.” (Proverbios 28:26.) Con demasiada frecuencia sucede que el juicio que emite nuestro corazón es erróneo o nos lleva por mal camino. De hecho, la Biblia dice: “Nada hay tan engañoso [...] como el corazón”. (Jeremías 17:9, La Biblia al Día.) Sin embargo, el proverbio antes mencionado pasa a decir: “Pero el que anda con sabiduría es el que escapará”. Tú también puedes evitar los peligros y las frustraciones que les han sobrevenido a otros jóvenes si aprendes a reconocer la diferencia entre un encaprichamiento y el amor que se describe en la Biblia... el amor que nunca falla.
Contraste entre el amor y el encaprichamiento
Calvin, un joven de 24 años, reconoce lo siguiente: “El encaprichamiento es ciego y eso es lo que prefiere ser. No percibe la realidad”. Una joven de 16 años llamada Kenya añadió: “Cuando una se encapricha con alguien, cree que todo lo que esa persona hace es perfecto”.
El encaprichamiento es un amor falso. Es irreal y egoísta. Las personas que se hallan en esa condición tienden a decir: ‘Me siento realmente importante cuando estoy con él. No puedo dormir. No puedo creer lo fantástico que es todo esto’, o: ‘Nadie me hace sentir lo que siento cuando estoy con ella’. ¿Notaste lo mucho que la persona habla de sí misma y de lo que la complace? ¡Una relación que se basa en el egoísmo va encaminada al fracaso! Pero nota la descripción que la Biblia da del amor verdadero: “El amor es sufrido y bondadoso. El amor no es celoso, no se vanagloria, no se hincha, no se porta indecentemente, no busca sus propios intereses, no se siente provocado. No lleva cuenta del daño”. (1 Corintios 13:4, 5.)
Puesto que “no busca sus propios intereses”, el amor basado en los principios bíblicos no es egocéntrico ni egoísta. Es cierto que dos jóvenes quizás tengan sentimientos románticos muy intensos y se sientan atraídos mutuamente. Pero la razón y un profundo respeto a la otra persona ayudarán a equilibrar esos sentimientos. Si lo que sientes es amor verdadero, entonces te interesas en el bien y la felicidad de la otra persona al mismo grado que te interesas en tu propio bien y felicidad. No permites que emociones arrolladoras destruyan tu buen juicio.
Un ejemplo de amor verdadero
El relato bíblico de Jacob y Raquel ilustra claramente esto. Ellos se conocieron en un pozo al que Raquel acudió para abrevar las ovejas de su padre. Jacob se sintió atraído a ella inmediatamente, no solo porque fuera “de hermosa figura y de hermoso semblante”, sino porque también adoraba a Jehová. (Génesis 29:1-12, 17.)
Después de pasar un mes en la casa de la familia de Raquel, Jacob dijo que estaba enamorado de Raquel y que quería casarse con ella. ¿Fue eso un simple encaprichamiento romántico? ¡De ninguna manera! Durante aquel mes él vio a Raquel en su ambiente natural y notó cómo trataba a sus padres y a otras personas, cómo efectuaba su trabajo de pastora, y lo serio que tomaba la adoración de Jehová. Sin duda pudo verla en sus “mejores momentos” y en sus “peores momentos”. Por lo tanto, el amor que sentía por ella no fue desenfrenado, sino un amor desinteresado basado en la razón y en respeto profundo.
Por eso Jacob pudo decir que estaba dispuesto a trabajar siete años para el padre de Raquel a fin de casarse con ella. ¡De seguro el encaprichamiento no habría durado tanto tiempo! Solo el amor genuino, un interés altruista en la otra persona, habría hecho que aquellos años parecieran “como unos cuantos días”. Debido a aquel amor genuino, él y Raquel pudieron mantenerse castos, puros, durante aquel período. (Génesis 29:20, 21.)
¡Requiere tiempo!
El paso del tiempo no tiene mal efecto en el amor verdadero. De hecho, la mejor manera de poner a prueba lo que sientes por otra persona es dejar que pase algún tiempo. Además, como mencionó una joven llamada Sandra: “Nadie te entrega su personalidad con solo decir: ‘Yo soy así. Ahora sabes todo lo que se puede saber sobre mí’”. No; también se requiere tiempo para llegar a conocer a la persona en quien te interesas.
El tiempo también permite que examines tu interés romántico a la luz de la Biblia. Recuerda, el amor “no se porta indecentemente, no busca sus propios intereses”. ¿Se interesa la otra persona en el éxito de tus proyectos, o solo en los suyos? ¿Respeta tus puntos de vista y tus sentimientos? ¿Ha ejercido presión en ti para que hagas cosas que son realmente ‘indecentes’ para satisfacer sus deseos egoístas? ¿Tiende a rebajarte delante de los demás, o a ensalzarte? El que te hagas preguntas como esas puede ayudarte a evaluar tus sentimientos de manera más objetiva.
Un enamoramiento o apasionamiento precipitado puede resultar en desastre. Jill, una joven de 20 años, explicó: “Sencillamente me enamoré, de repente y con locura”. Se casó después de un agitado idilio amoroso de dos meses. Pero entonces comenzaron a salir a la superficie faltas ocultas. Jill empezó a desplegar inseguridad y egocentrismo. Su esposo, Rick, perdió el encanto romántico y se hizo egoísta. Un día, tras de dos años de casada, Jill le gritó a su esposo que él era “tacaño”, “holgazán” y “un fracaso”. En respuesta, Rick la golpeó en la cara. Jill salió llorando de la casa... y del matrimonio.
No hay duda de que el seguir el consejo bíblico les habría ayudado a salvar su matrimonio. (Efesios 5:22-33.) ¡Pero cuán diferente habría sido la situación si se hubieran conocido mejor antes de casarse! No se habrían enamorado de una “imagen”, sino de la verdadera personalidad, con sus cualidades buenas y malas. Habrían tenido esperanzas más realistas.
El amor verdadero no surge de la noche a la mañana. Y no tiene que ser que el mejor cónyuge para ti sea una persona que te parezca sumamente atractiva. Por ejemplo, Barbara conoció a un joven que, como ella reconoce, al principio no le atrajo mucho. Pero “según lo fui conociendo mejor —recuerda Barbara—, todo cambió. Noté el interés de Stephen en otras personas, y que siempre anteponía a sus intereses los de los demás. Yo sabía que esas cualidades lo harían un buen esposo. Esto me atrajo a él y empecé a tenerle amor”. El resultado de esto fue un matrimonio duradero.
Por eso, ¿cómo puedes conocer el amor verdadero? Puede que tu corazón te indique algo, pero confía en tu mente entrenada en los principios bíblicos. Trata de conocer más que únicamente la “imagen” externa de la persona. Hay que darle tiempo a la relación para que alcance desarrollo pleno. Recuerda, el encaprichamiento sube rápidamente como una fiebre, pero entonces se desvanece. Con el correr del tiempo el amor genuino se hace cada vez más firme y se convierte en “un vínculo perfecto de unión”. (Colosenses 3:14.)

TIENE SENTIDO CREER EN DIOS?



DIFÍCILMENTE se enfrentará usted alguna vez a una pregunta más importante que ésta: ‘¿Existe Dios?’ La conclusión a que usted llegue puede afectar su punto de vista en cuanto a su familia, empleo, dinero, moralidad y hasta la vida misma.
2 Si se les preguntara: ‘¿Existe Dios?’ muchas personas contestarían repitiendo lo que han leído u oído de otras personas. Sin embargo, usted debería meditar personalmente en esa pregunta. En su libro Man, God and Magic (El hombre, Dios y la magia), el Dr. Ivar Lissner declara que una “diferencia fundamental entre el hombre y la bestia” es que “el hombre no está contento con solo dormir, comer y abrigarse.” El hombre tiene un “impulso extraño e inherente” al que puede llamársele “espiritualidad.” El Dr. Lissner añade que ‘todas las civilizaciones de la humanidad han estado arraigadas en la búsqueda de Dios.’ Por eso, el que usted aborde la pregunta: ‘¿Existe Dios?’ es una evidencia de que usted no ha descuidado un atributo importante... su espiritualidad.
3 ¿Cómo pudiera usted determinar si hay un ‘hacedor y gobernante del universo, un Ser Supremo,’ como define a “Dios” cierto diccionario? Pues bien, la razón dicta que si hay un ‘hacedor del universo,’ debería haber indicaciones del principio del universo, además de evidencia de diseño y orden. Al examinar usted si hay estas cosas o no, lo invitamos a considerar lo que los biólogos han descubierto acerca de la vida y lo que los físicos y astrónomos han llegado a saber acerca de nuestro universo usando telescopios y sondas espaciales.
SU VIDA... ¿ES RESPONSABLE LA CASUALIDAD?
4 ¿Por qué no comenzar con usted mismo? ¿De dónde vino su vida? Es verdad que se la pasaron sus padres. Pero, ¿qué origen tuvo la vida en la Tierra?
5 En un esfuerzo por producir vida en el laboratorio y de ese modo explicar cómo comenzó, los químicos han enviado descargas eléctricas a través de mezclas de gases especiales. Un resultado de esto ha sido la formación de algunos aminoácidos (moléculas de la índole de las que constituyen los ‘bloques de construcción’ de las cosas vivas). Sin embargo, esos aminoácidos no estaban vivos. Además, no se produjeron como resultado de algún sencillo accidente; los produjeron científicos entrenados que estuvieron trabajando en condiciones controladas en laboratorios modernos.
6 Hay más de 200 aminoácidos naturales, pero solo hay unos especiales 20 en las proteínas de las cosas vivas. Hasta suponiendo que algunos aminoácidos fueran el resultado del rayo, ¿quién seleccionó precisamente los 20 correctos que se encuentran en la materia viva? ¿Y cómo se les guió de modo que se formaran en la secuencia exacta necesaria en la proteína? El Dr. J. F. Coppedge, un analista que se dedica a investigaciones, calculó que ‘en cuanto a una sola molécula de proteína, la probabilidad de que fuera el resultado de un arreglo casual de aminoácidos es de 1 en 10287.’ (Esa es una cifra seguida de 287 ceros.) Además, él señala que lo que se requiere no es una sola molécula, sino ‘un mínimo de 239 moléculas de proteína para la más pequeña forma de vida teórica.’ ¿Le parece a usted que tal evidencia indique que la vida sea el resultado de casualidad ciega, o que es el resultado de diseño inteligente?
7 Considere también otro tipo de experimento de laboratorio que en los periódicos ha recibido publicidad como si hubiese sido “crear vida.” Con equipo complejo, unos científicos han tomado un virus producido por un organismo vivo y han separado sus componentes. Más tarde han tomado esos componentes y los han reunido, formando un virus. Sin embargo, el biólogo René Dubos explica en la Encyclopœdia Britannica que en realidad es un error decir que eso es “crear vida.” Ni esos científicos ni otras personas han podido hacer vida nueva de material inanimado. En vez de sugerir que la vida venga de la casualidad, este experimento mostró que “toda la maquinaria biológica” necesaria para la vida “tenía que ser suministrada por vida ya existente.”
8 Hasta si los científicos pudieran producir proteína viva de la materia inanimada, eso sencillamente confirmaría el hecho de que se necesita vida inteligente ya existente como fuerza directriz. Es obvio que los seres humanos no estaban aquí para dar comienzo a la vida en la Tierra. Sin embargo, la vida fue creada, incluso la vida humana. ¿Quién es responsable de ello? Hace mucho los escritores de la Biblia llegaron a una conclusión que merece seria consideración. Uno de ellos dijo: “El aliento del Todopoderoso me dio vida.” Otro añadió: “[Dios] a todos da la vida.”
9 Una mirada más de cerca a su cuerpo le ayudará a razonar más detenidamente sobre este asunto.
SUS CÉLULAS —SU CEREBRO— USTED
10 La vida palpita en su cuerpo, el cual está compuesto de alrededor de 100.000.000.000.000 de células pequeñas. La célula es el componente básico de toda cosa viva en la Tierra. Cuanto más la estudiamos, más compleja vemos que es.
11 Cada una de las células de su cuerpo se puede comparar a una ciudad amurallada de tamaño microscópico. La célula contiene partes que son como centrales generadoras de energía. Las “fábricas” de la célula hacen tanto proteínas como hormonas para enviarlas a otras partes del cuerpo. Una compleja red de canales transporta las sustancias químicas hacia el interior de la célula y también hacia el exterior de ésta. Hay “centinelas” que montan guardia para controlar lo que se introduce y combatir a los invasores. La clave de todo esto es el núcleo, el “ayuntamiento” de la célula. Éste dirige todas las actividades de la célula y contiene los “planos” genéticos. Algunas partes de la célula son tan pequeñitas que no es posible ver claramente sus detalles ni siquiera con un microscopio electrónico que aumenta el tamaño 200.000 veces. (Si se aumentara el tamaño de una hormiga a ese grado, la hormiga, de hecho, tendría casi un kilómetro de largo.) ¿Qué puede explicar una complejidad y organización de índole tan asombrosa en cada una de las 100.000.000.000.000 de células pequeñas que lo componen a usted?
12 Hubo un tiempo en que usted fue una sola célula fecundada en la matriz de su madre. Aquella célula se dividió y se convirtió en dos células, luego en cuatro, y así por el estilo. Más tarde, algunas de aquellas células se convirtieron en tejido muscular. Otras formaron sus ojos, huesos y corazón. ¿Cómo fue que las células formaron cada una de las partes de su cuerpo en el momento y lugar precisos? ¿Por qué, por ejemplo, se desarrollaron las células de los oídos en el sitio donde éstos van, y no donde va la rodilla o el brazo?
13 Mire con mayor detenimiento todavía. En cada célula hay decenas de miles de genes y el vital ácido desoxirribonucleico (ADN), el cual le dice a la célula la manera en que ésta debe funcionar y reproducirse. Se dice que el ADN de cada célula contiene suficiente información como para llenar una enciclopedia de 1.000 volúmenes. El ADN determinó el color de su pelo, la rapidez de su desarrollo físico, el ancho de su sonrisa y un sinnúmero de otros detalles que tienen que ver con usted. Todo eso estaba ‘escrito’ en el ADN de una sola célula en la matriz de su madre.
14 A la luz de hasta estos pocos puntos acerca de la célula, preguntamos: Puesto que nuestros padres no prepararon conscientemente los increíblemente detallados “planos” genéticos ni la célula, ¿quién lo hizo? ¿Puede darse una explicación razonable de esto sin un Diseñador inteligente?
15 De todos sus órganos, probablemente el más asombroso es uno que usted nunca verá... su cerebro. Éste está compuesto de aproximadamente 10.000.000.000 de neuronas o células nerviosas, más del doble de la cantidad de personas que viven en la faz de la Tierra. Cada una de esas células, a su vez, puede tener miles de conexiones con otras células nerviosas. ¡El número total de conexiones está más allá de lo que pudiéramos imaginarnos!
16 Usted ha almacenado en su cerebro centenares de millones de datos e imágenes, pero el cerebro no es sencillamente un almacén de datos. Con él se puede aprender a hacer un nudo, a hablar una lengua extranjera, a hornear pan o a silbar. Usted puede imaginarse... cómo serán sus vacaciones o qué sabor tendrá una fruta jugosa. Puede analizar y crear. También puede trazar planes, apreciar, amar y relacionar sus ideas con el pasado, el presente y el futuro. Aquel que diseñó el cerebro obviamente tiene una sabiduría mucho mayor que la de cualquier ser humano, porque los científicos reconocen lo siguiente:
“El modo en que está magníficamente organizada, ordenada y fantásticamente compleja máquina efectúa esas funciones es sumamente oscuro. . . . puede ser que los seres humanos jamás resuelvan todos los distintos enigmas individuales que presenta el cerebro.”—Scientific American.
17 Al meditar en la cuestión de si hay un Creador que sea el Ser Supremo, no pase por alto el resto de su cuerpo. Sus ojos... más precisos y adaptables que cualquier cámara. Sus oídos... capaces de detectar una variedad de sonidos y dar a usted un sentido de dirección y equilibrio. Su corazón... una bomba magnífica que tiene capacidades que los mejores ingenieros no han podido copiar. Su lengua, sistema digestivo y manos, para citar solo unas cuantas cosas más. Un ingeniero que fue contratado para diseñar y construir una computadora grande razonó de este modo:
“Si mi computadora exigió un diseñador, ¿cuánto más no debe haberlo exigido esa compleja máquina fisio-química-biológica que es mi cuerpo humano... el cual a su vez no es más que una parte extremadamente diminuta del cosmos prácticamente infinito?”
LA “PRIMERA CAUSA” DEL UNIVERSO
18 Hace unos 3.000 años un hombre del Oriente Medio llamado Eliú dijo: “Mira atentamente al cielo y fíjate.”
19 ¿Ha hecho usted eso alguna vez en una noche oscura y sin nubes? Toda persona debería hacerlo. A simple vista solo se pueden detectar unas 5.000 estrellas. Sin embargo, nuestra galaxia, la Vía Láctea, contiene más de 100.000.000.000 de estrellas. ¿Y cuántas galaxias hay? ¡Según dicen los astrónomos, hay miles de millones... no de estrellas, sino de galaxias, cada una con sus miles de millones de estrellas! ¡Qué pequeños son los seres humanos con relación a todo esto! ¿De dónde salió todo ello?
20 Los científicos han descubierto que las galaxias parecen estar alejándose de un punto central. La teoría de muchos astrónomos es que hace miles de millones de años un tremendo estallido, una “gran explosión,” comenzó a propagar la energía y la materia para dar forma al universo según lo conocemos. La teoría de ellos no explica qué hizo que aquello sucediera. Pero esto sí encierra una insinuación interesante, a saber, que hubo un punto de partida o principio, un momento en el cual nació el universo.
“Hoy día se puede sentir al mundo científico temblar ante la evidencia creciente de que el universo tuvo su origen en una ‘gran explosión.’ Esto hace surgir la pregunta de qué vino antes, y la fe más fundamental de los científicos se sacude cuando queda puesta cara a cara con la incapacidad de ellos en cuanto a responder a preguntas de máxima y fundamental importancia.”—The Wall Street Journal.
21 Sí, para las personas que no creen en Dios, hay preguntas que les causan perplejidad: ¿Qué o quién puso la materia en el universo? ¿Fue creado el universo de la nada? Puesto que se considera que la materia es una forma de energía, ¿cuál es la fuente de la energía?
22 El Dr. Robert Jastrow, director del Instituto Goddard para Investigación Espacial de la NASA, declaró: “Ante tal evidencia, la idea de que hay un Dios que ha creado el universo es, desde el punto de vista científico, tan verosímil como lo son muchas otras ideas.”
23 Personas bien informadas de toda generación han llegado a la conclusión de que tiene que haber una Primera Causa inteligente, un creador que es el Ser Supremo. La Biblia expresa el pensamiento y sentimiento de ellas cuando dice: “Los cielos están declarando la gloria de Dios; y de la obra de sus manos la expansión está informando.”
24 Sea que usted haya llegado o no a la conclusión de que Dios existe, lo que hemos considerado en cuanto a la vida, en cuanto a nosotros mismos, y en cuanto al universo debería ayudar a explicar por qué muchas personas pensadoras están convencidas de que Dios existe. Eso nos lleva a un asunto relacionado con ése: Si el Creador de veras existe, ¿no sería lógico que él se comunicara con sus criaturas y respondiera a las preguntas nuestras: ¿Por qué estamos aquí? ¿Por qué abunda la iniquidad? ¿Qué encierra el futuro? ¿Cómo podemos hallar la felicidad?