jueves, 12 de febrero de 2009

¿ A dónde vas tan rápido?


De prisa, ¿y sin llegar a ningún lugar?

EL CONDUCTOR iba a la velocidad que a él le parecía propia: ¡a 130 kilómetros (80 millas) por hora! Pero sus pasajeros, que estaban acostumbrados a las restricciones de un límite de velocidad fijo, estaban completamente desconcertados por la prisa del tráfico en las autobahns o autopistas de Alemania Occidental. Porque en estas —excepto en secciones designadas— no hay límite de velocidad. De hecho, aunque este grupo viajaba a 130 kilómetros por hora, ¡muchos automóviles y motocicletas le rebasaban como un rayo! No pudiendo contenerse más, una de las pasajeras exclamó: "¿Qué prisa tiene todo el mundo? ¿A dónde van?".
"Puede que no vayan a ningún sitio en particular", respondió sonriente el anfitrión, obviamente bromeando. Porque estaba claro que todos sí iban a algún lugar... ¡y bastante rápido, por cierto!
No obstante, ¿qué hace que todo el mundo lleve tanta prisa? ¿Ha olvidado la gente que gran parte del placer de viajar consiste en tomarse algún tiempo para disfrutar del paisaje? ¿Se le dio la vida al hombre para que fuera una carrera corta y veloz que lo dejara sin aliento?
Los automóviles veloces, las comidas de preparación rápida y los aviones supersónicos son marcas distintivas de una era que cada vez exige más de las personas: ¡Aprisa!, ¡Más rápido!, ¡Más eficiente! Es cierto que pocas personas optarían por volver a la era del coche tirado por bestias. Y la mayoría concordará en que, en algunas circunstancias, es correcto apresurarse. Después de todo, si se llama al médico o a la policía, naturalmente se espera que acudan con prontitud.
Aun así, ¿es necesaria o provechosa toda esta prisa? Hay quienes piensan que no. Un colaborador del periódico Los Angeles Times escribió: "Abrumadas, apremiadas y hostigadas, [muchas personas] viven su vida con gran rapidez, bajo la tiranía del reloj en una era de la prisa".
El llevar una vida agitada también ha contribuido a lo que The Toronto Star llamó "una epidemia irrefrenable"... ¡la tensión extremada conocida como estrés! El estrés parece tener en la gente el efecto de una poción dañina. Se le culpa de una serie impresionante de enfermedades, que van desde la caspa y las uñas partidas hasta la hipertensión arterial y los ataques cardíacos. La presión del reloj también perjudica las relaciones humanas.
Entonces, ¿por qué se llama a nuestra época "una era de la prisa"? Si usted se siente acosado y bajo presión ahora, ¿qué clase de vida tendrá en unos cuantos años? ¿Hay alguna manera de lograr mayor dominio de su vida, de hacer frente a la vida agitada de hoy?

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