domingo, 25 de enero de 2009

LA RELACION ENTRE PADRES E HIJOS

En rebelión abierta contra su padre, la joven Veda salía con un muchacho que usaba drogas y bebía en exceso. En señal de desafío, también salía a bailar hasta la madrugada. “Creía que mi padre era demasiado estricto —dijo Veda—. Yo tenía 18 años y creía que lo sabía todo. Me parecía que mi padre era cruel y no quería que me divirtiera; por eso yo salía y hacía lo que se me antojaba.”

Lo más probable sería que la mayoría de los jóvenes no concordaran con las acciones de Veda. Sin embargo, muchos arderían de resentimiento si sus padres les ordenaran que limpiaran su habitación, hicieran sus tareas escolares o llegaran a la casa a cierta hora; peor aún, ¡algunos se rebelarían abiertamente contra sus padres! Sin embargo, el modo como los jóvenes vean a sus padres puede al cabo decidir, no solo si habrá riña o tranquilidad en el hogar, sino también la mismísima vida de los jóvenes. Esto se debe a que el mandamiento de ‘honrar a tus padres’ viene de Dios, y él da el siguiente incentivo para obedecer ese mandamiento: “Para que te vaya bien y dures largo tiempo sobre la tierra”. (Efesios 6:2, 3.) Es mucho lo que está en juego. Por lo tanto, echémosle otro vistazo a lo que significa honrar a tu padre y a tu madre.

Lo que significa ‘honrarlos’

‘Honrar’ implica reconocer a una autoridad debidamente constituida. Por ejemplo, a los cristianos se les ordena: “Den honra al rey”. (1 Pedro 2:17.) Aunque uno no esté de acuerdo con cierto gobernante, el puesto que él ocupa debe respetarse. Así, también, Dios ha dado a los padres un grado de autoridad en la familia. Esto quiere decir que debes reconocer el derecho que Dios les ha concedido de establecer reglas para ti. Es cierto que otros padres quizás sean más flexibles que los tuyos. Sin embargo, tus padres tienen la responsabilidad de decidir lo que a ti te conviene... y familias diferentes pueden tener normas diferentes.

También es verdad que de vez en cuando hasta los mejores padres quizás actúen de manera arbitraria, o hasta injusta. Pero en Proverbios 7:1, 2 un padre sabio dijo: “Hijo mío [o hija mía], [...] guarda mis mandamientos y continúa viviendo”. De igual manera, las reglas o “mandamientos” de tus padres por lo general son para tu propio bien, y muestran que te aman y de veras se interesan en ti.

Por ejemplo, considera el caso de John: su madre solía repetirle que para cruzar la autopista de seis carriles que pasaba cerca de su hogar siempre usara el puente provisto para ello. Un día, dos condiscípulas desafiaron a John a tomar la vía más corta y cruzar la autopista misma. John decidió cruzar por el puente y no hizo caso cuando ellas le gritaron que era “un gallina”. Mientras cruzaba, John oyó el chirriar de unos neumáticos. Al mirar abajo vio una horrible escena: ¡un auto atropelló a las dos muchachas y el golpe las lanzó por el aire! Es cierto que rara vez es cuestión de vida o muerte obedecer a tus padres. Sin embargo, por lo general el que obedezcas es para tu propio bien.

‘Honrar a tus padres’ también significa aceptar la corrección que ellos dan, sin poner mala cara y sin berrinches. Solo un tonto “trata con falta de respeto la disciplina de su padre”, dice Proverbios 15:5.

Finalmente, el honrar implica más que solo mostrar respeto formal u obedecer de mala gana. El verbo griego original que se traduce “honra” en la Biblia significa, básicamente, atribuir gran valor a alguien. Por eso, debes ver a tus padres como personas de gran valor a quienes estimes y quieras mucho. Esto quiere decir que les tengas afecto y los aprecies. Sin embargo, algunos jóvenes no les tienen afecto alguno a sus padres.

¿Merecen honra los padres que son un problema?

Una joven llamada Gina escribió: “Mi padre bebía mucho, y las frecuentes discusiones a gritos de mis padres no me dejaban dormir. Me echaba sobre la cama a llorar. No podía decirles lo que pensaba de aquello, porque mamá probablemente me hubiera pegado. La Biblia dice ‘honra a tu padre’, pero yo no puedo”.

Los padres que tengan mal genio, o sean inmorales, o se emborrachen o estén en constante riña entre sí... ¿merecen realmente honra? Sí; pues la Biblia condena el hacer escarnio de cualquier padre o madre. (Proverbios 30:17.) Además, Proverbios 23:22 nos recuerda que tus padres ‘causaron tu nacimiento’. Con eso bastaría para que se les debiera honra. Gregory, quien era muy irrespetuoso, ahora dice: “Doy gracias a Jehová Dios de que [mi madre] no me abortara ni me arrojara en la basura cuando nací. Tuvo que criar sola a seis hijos. Aquello tiene que haber sido duro para ella”.

Además, aunque no son perfectos, tus padres se han sacrificado mucho por ti. “Una vez, lo único que teníamos para comer era una lata de maíz en conserva y un poco de sémola —sigue diciendo Gregory—. Mamá nos preparó aquello, pero ella no comió. Me fui a la cama satisfecho, pero me pregunté por qué mamá no había comido. Ahora que tengo mi propia familia me doy cuenta de que se sacrificaba por nosotros.” (Un estudio revela que el costo de criar a un solo hijo hasta la edad de 18 años asciende a $66.400 [dólares, E.U.A.].)

Además, date cuenta de que el solo hecho de que alguno de tus padres no esté dando el mejor ejemplo no quiere decir que todo lo que esa persona te diga sea incorrecto. En los días de Jesús los líderes religiosos eran gente corrupta. Sin embargo, Jesús dijo a la gente: “Todas las cosas que les digan, háganlas y obsérvenlas, pero no hagan conforme a los hechos de ellos”. (Mateo 23:1-3, 25, 26.) ¿No se podría aplicar este principio a algunos padres?

Enfrentándote al resentimiento

¿Qué puedes hacer si crees que uno de tus padres está abusando seriamente de su autoridad? Manténte en calma. No resuelves nada con rebelarte ni mostrar odio o rencor. (Eclesiastés 8:3, 4; compara con Eclesiastés 10:4.) Una joven de 17 años se resintió con sus padres porque estos estaban ocupados con sus propias disputas y parecían indiferentes a ella. Entonces ella dirigió aquel resentimiento contra los principios bíblicos que sus padres habían tratado de enseñarle. Por puro despecho, cometió inmoralidad sexual y empezó a usar drogas. “Me parecía que aquello era lo que mis padres se merecían”, dijo amargada. Pero el rencor solo la llevó a perjudicarse a sí misma.

La Biblia advierte: “Cuida que la furia no te atraiga a [actuar] con rencor. [...] Manténte alerta para que no te dirijas a lo que es perjudicial”. (Job 36:18-21.) Tienes que comprender que tus padres son responsables a Jehová por su conducta y tendrán que rendirle cuentas por cualesquiera injusticias graves que cometan. (Colosenses 3:25.)

Proverbios 19:11 dice: “La perspicacia del hombre ciertamente retarda su cólera, y es hermosura de su parte pasar por alto la transgresión”. A veces es mejor tratar de perdonar y olvidar el dolor que te haya causado uno de tus padres. En vez de seguir pensando en sus faltas, concéntrate en sus buenas cualidades. Por ejemplo, la madre de Dody era una mujer insensible y su padrastro era un alcohólico. Nota cómo la perspicacia de Dody con relación a las debilidades de sus padres impidió que se amargara. Ella dice: “Puede que mamá nunca nos mostrara amor porque en su infancia sufrió muchos maltratos y nunca aprendió a amar. Mi padrastro se interesaba en lo que hacíamos cuando estaba sobrio, aunque eran pocas las veces que estaba en esa condición. Con todo, mi hermana y yo siempre tuvimos un techo bajo el cual vivir y suficiente alimento que comer”.

Felizmente, los padres descarriados o negligentes son una minoría. Lo más probable es que tus padres se interesen en ti y traten de darte buen ejemplo. Aun así, puede que de vez en cuando te resientas con ellos. “A veces, cuando consideraba un problema con mamá y ella no me comprendía —admitió un joven llamado Roger—, me enojaba, y para desquitarme, le decía algo que la hería. Así me vengaba de ella. Pero cuando me alejaba me sentía muy mal, y sabía que ella tampoco se sentía bien.”

Las palabras irreflexivas pueden ser como “estocadas” y ‘causar dolor’, pero no resuelven tus problemas. “La lengua de los sabios es una curación”. (Proverbios 12:18; 15:1.) “Aunque se me hacía difícil, volvía a donde mamá y me disculpaba —explicó Roger—. Entonces podía considerar el problema con más calma, y lográbamos resolverlo.”

‘Papá tenía razón’

Es interesante que algunos jóvenes se agotan a sí mismos y agotan a sus padres al resistir las instrucciones de estos, solo para descubrir, después, que sus padres tenían razón. Por ejemplo, considera el caso de Veda (mencionada al principio de este capítulo). Cierto día se fue a pasear en automóvil con su novio. Él había fumado marihuana y había bebido cerveza. Perdió el control del vehículo y el auto dio contra un poste de la luz a una velocidad de casi 100 kilómetros (60 millas) por hora. Veda sobrevivió... pero con una herida profunda en la frente. Su novio huyó del lugar del accidente y ni siquiera se presentó en el hospital para ayudarla.

“Cuando mis padres llegaron al hospital —reconoció Veda—, les dije que papá había tenido razón en todo lo que me había dicho, y que debí haberle hecho caso mucho tiempo antes. [...] Yo había cometido un grave error que casi me había costado la vida.” Después de aquello hubo grandes cambios en la actitud de Veda hacia sus padres.
Quizás sería apropiado que tú también hicieras algunos cambios. El ‘honrar a tus padres’ pudiera parecer una idea anticuada. Pero no solo es sabio de tu parte hacer eso, sino que es lo correcto a la vista de Dios.

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